El sonido de mi Nombre.

lunes, 25 de enero de 2010

Caminaba rota, con las manos mutiladas apegadas al pecho. El zumbido de las miradas se posaba de vez en cuando sobre la sangre que brotaba de mis dedos. Un pequeño tambaleo de mi cadera hacía que de vez en cuando tendiera a caerme, pero eso , eso que llaman oído medio logró, creo, mantenerme en pié hasta que…

No recuerdo si fue una guerra lo que viví, si fue el fin de una relación, si perdí algún hijo desde mi vientre, si fui a un funeral o si caí de un décimo piso, pues simplemente recordaba estar allí, despertar y ver las cortinas azules cubriendo una gran ventana, el techo cubierto de lino pardo y una voz suave llamándome por el nombre que Yo había escogido mara mí, no por ese conjunto de letras escogidas por mis progenitores, si no por éste, que tan dulce suena, del cual cada sonido suena a rosa húmeda, crujido de madera, rio viviendo, faro solitario, sonrisa triste, un niño cantando, una esperanza abierta.
Era alto, muy alto, sus negros cabellos jugaban con sus hombros, deslazándose por la espalda, hasta que un mechón de ellos, traviesamente osó posarse frente a su rostro mientras se inclinaba hacia mi persona. Me habló cálidamente, tomo mis manos entre las suyas, mis oídos veían sus palabras y se deleitaban traduciendo su sonido.

-di mi nombre una vez más- imploré sin contestar nada de lo que me había preguntado.
-Mariela- dijo sonriendo

Entonces supe que mi vida anterior, ya no importaba.