Una última noche.

sábado, 27 de diciembre de 2008

Si supiera que decir cuando alguien muere, si supiera que decir cuando alguien llora por no tener dinero, si supiera qué hacer cuando alguien me pide un consejo diría que soy una persona elocuente normal… pero no lo soy.
Soy aquella que por las noches se inventa mil y una historias para no dormirse y no tener que despertar y evitar la llegada de un nuevo día tan rápidamente. Soy aquella que sonríe siempre esperando que los demás estén bien son importar que el corazón se esté trisando por culpa de la soledad. Soy una niña que solo quiere jugar a cosas de grande pero su raciocinio no la deja. Soy la mujer que desea solo en secreto por temor a los prejuicios y el “qué dirán”…

Solo una noche, una noche para mí, una noche en la que pueda ser amada, una noche donde desate mi desvarío sin importar las consecuencias, una noche que se haga eterna de tanta felicidad, tanta dicha, tanto amor y ternura, una noche en la que sea la dama más importante de la fiesta, alguien respetada y a la vez deseada, un ente de locura y sabiduría, una persona que no puede ser mirada sin su consentimiento…

Una noche en la que pueda tener mi último deseo.

La llamada.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Estoy mordiendo tus ganas, tus miradas y tus entrañas, devoro tus latidos, tus caricias y ternuras, me como tus ganas de tocarme… me hago indeseable.

Desaparezco cual fantasma de tus labios, pero aún asi desafiante te intrigo para descubrir mi esencia…

¿Te me imaginas bailando sobre fuego y serpientes? ¿Te me imaginas con mis pecados y tus besos en mi cuerpo mientras burlo tu amor?

Me devuelves la llamada intrigado de que será de mí, de mi vida y mis andanzas, te respondo pero esta vez... estoy herida. Alguien que realmente me importaba me ha dejado como yo a ti después de nuestros encuentros… sola.

Solo siento que necesito algo de mi propia medicina, algo que ya no me pueda hacer sentir peor, pero, no se cómo, no se qué ni cuándo apareces y me perdonas, realientas, me escuchas y me abrazas…

¿Lo merezco, relamente merezco que me hayas llamado?

Manipulación.

martes, 4 de noviembre de 2008


Bajo una luna impetuosa ansiaba comerse al mundo. El apetito de su impaciencia la consumía, mujer, impávida, gélida, manipuladora, cazadora. Se escondía en una maravillosa careta de mujer tímida, dulce y angelical.

La desnudó bajo esa luna, la desnudó, más no descubrió ni un ápice de su alma hasta que ésta le arrebató a mordiscos la familia, el dinero y su dignidad.

Desesperanza fortuita.

domingo, 26 de octubre de 2008

Con la ironía de no verte y de encontrarte en mis sueños, sufro cual arma nueva su destino fatal: el de herir otros mortalmente. Por eso he de encontrarte solo en mis sueños, solo en los sueños de una marioneta del destino.


¡Dime donde estas designio fortuito! ¡Dime donde escondes de mi tu faz para arrancártela a gritos, a llantos! dime donde te escondes y arrebatas de mi la dicha… de tu benevolencia destino ingrato, pues no concibo pensamiento en mi delirio, no concibo si no pesadillas, pues no encuentro cura para esta alma solitaria, para un amor fatuo no correspondido ¡dime donde estas para espantar esta melancolía!.

La Bienvenida.

miércoles, 8 de octubre de 2008


Encubábamos en el hospital los pequeños bebes inmaduros como para subsistir. Generalmente se veían frente a la enorme pantalla de cristal cientos de ostros iluminados mirando a las pequeñas criaturas en sus camitas de acrílico.

Generalmente para las que veían allí postrados el fruto de su vientre tratando de luchar por mantenerse con vida, su mirada era un haz de fuerzas e incentivadores gritos de esfuerzos para sus pequeños, para los mirones que merodean por los pasillos, solo bebes, para los padres era simplemente una "chochería" mirarles, pero para mi, más que un milagro de vida, simplemente, era mi trabajo darles la bienvenida a dichos pequeños.